domingo, 27 de febrero de 2011

SEVILLA, LA CATARSIS.....

Sevilla era vencer o morir y morí y no solo morí, morí indignamente y ahora que lo estoy escribiendo vuelvo a morir otro poco.....



Dice la canción de Bosé que el corazón que a Triana va nunca volverá, y es cierto mi corazón no volverá porque es que es que ya no tengo ese corazón, ese que ha sido roto en mil pedazos y que parecía imposible que se fuera a volver a romper nuevamente de esa manera, pero si, siempre se puede romper más y peor, y si hay algo peor que un corazón roto, es una mente rota y un sueño roto, el sueño más largo, más bonito y mas real que he tenido,  pero cuando al final me desperté el dinosaurio ya se había ido. Y a pesar de la evidencia que el dinosaurio había abandonado nuestro sueño, yo fui a buscarlo a Sevilla. 


Fui a Sevilla a batirme como un gladiador, iba envestida de ese aire de superioridad que tienen los condenados a muerte, de los que ya no tienen más que perder, pero siempre hay algo más que perder, en mi caso la dignidad no era, porque esa, poca mella me ha hecho en la vida, siempre he pensado además, que existe una valentía suprema en ir por el mundo sin dignidad, de ser un gladiador sin peto, sin casco, sin espada, solo un pecho desnudo y expuesto, siempre expuesto. Pero es que en Sevilla lo que perdí era lo único que me quedaba, lo único que tenía. La que hoy me habita no soy yo, soy un remedo de si misma y por Dios que he intentado reconstruirme, incluso aferrarme a una nueva ilusión transitoria para evadir, y me aferré como si fuera la vida misma; pero era un espejismo y hoy, justo hoy que se desvaneció, me encuentro aquí, en la nada intentando desesperadamente juntar las cenizas para volver de nuevo a la vida.

Y soy tan indigna o tan supremamente valiente, la segunda es mejor, pero seguro todos estarán de acuerdo que es la primera, que aún pienso que solo tu halo celestial me traería de nuevo a la vida....

* También sé que mi indignidad te agobia, te indigna




.

No hay comentarios:

Publicar un comentario